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Miércoles, 09 de Diciembre de 2009 08:07 |
Dedicado de forma tradicional al aprovechamiento ganadero, las más de 1.300 hectáreas de monte de Villamartín, acogieron cientos de cabezas de oveja churra y vacas, base de la economía de los vecinos de la localidad.
Las ferias y mercados de Almanza, Mansilla, Cea o Gradefes y el de cada viernes en la ciudad de León, eran el destino de estos animales.
Las vacas se utilizaban como fuerza de trabajo en las labores agrícolas, mientras que de la oveja churra se obtenía carne, leche y lana. Esta última no se desplazaba hasta los agostaderos de la montaña leonesa como las merinas trashumantes, sino que se mantenía entre el corral o majada y los pastos cercanos.
El cultivo de cereal de secano: trigo, centeno y avena, era el complemento a una economía eminentemente ganadera. En la actualidad, en estos páramos altos se continúa sembrando el denominado cereal temprano. Por ser una tarea que se realiza durante los primeros días del otoño, existe el dicho “Por san Froilán (5 de octubre), todo pan”. El grano se recoge en primavera.
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Última actualización el Jueves, 10 de Diciembre de 2009 07:59 |